Grupo de botones
Cuando diseñamos un grupo de botones, es crucial que exista una jerarquía clara y visible entre ellos. Esta jerarquía permite que el usuario identifique de forma inmediata cuál es la acción principal, cuál es secundaria, y cuáles son opciones adicionales. Para lograrlo, utiliza contrastes en el color, el tamaño, y el peso visual de cada botón. Por ejemplo, el botón que lleva a la acción primaria debería ser más prominente, ya sea por su color más vibrante, un tamaño mayor, o una tipografía en negrita, mientras que los botones secundarios pueden ser de un color más tenue o con un borde más ligero. Esta diferenciación ayuda a guiar al usuario de manera intuitiva, mejorando la experiencia de uso y reduciendo la posibilidad de errores.
Evitar el peligro
Uno de los principios fundamentales en el diseño de UX/UI es proteger al usuario de errores que puedan tener consecuencias negativas. Por eso, el botón que resulte más atractivo a la vista, ya sea por su color, su tamaño, o su ubicación, debe llevar a una acción segura. Imagina un botón que esté en un tono llamativo y en una posición central: este botón debe realizar una acción como «Guardar» o «Continuar», no algo irreversible como «Eliminar» o «Resetear». Este enfoque asegura que incluso si el usuario actúa de manera impulsiva o por error, la consecuencia no será perjudicial, lo que refuerza la confianza del usuario en el sistema.
Mostrar el peligro
El color rojo es universalmente asociado con peligro, alerta o prohibición. En diseño de interfaces, este color puede ser una herramienta poderosa para advertir a los usuarios sobre acciones que podrían tener consecuencias importantes o irreversibles, como borrar datos, cerrar una cuenta o cancelar una suscripción. Usar el rojo para estos botones no solo hace que resalten visualmente, sino que también activa una alerta psicológica en el usuario, llevándolo a reconsiderar su decisión antes de proceder. Sin embargo, es fundamental no abusar del uso del rojo para evitar confusiones o desensibilización; debe reservarse únicamente para aquellas acciones que realmente requieren atención y consideración adicionales.
Copies adecuados
El copy o texto en un botón puede parecer algo menor, pero su impacto en la usabilidad es significativo. Un texto claro, conciso y descriptivo asegura que el usuario entienda exactamente qué ocurrirá al hacer clic en el botón.
Formas homogéneas
La consistencia visual es uno de los pilares del buen diseño de interfaces. Los botones de tu sitio web o aplicación deben tener una forma y estilo uniformes para que el usuario los reconozca y los asocie fácilmente con acciones clicables. Si un botón es redondeado, todos los botones deben ser redondeados; si tienen bordes rectos, lo mismo aplica. Esta coherencia no solo refuerza la identidad visual de tu producto, sino que también facilita la navegación al usuario, creando una experiencia más fluida y sin distracciones. Los cambios de forma o estilo solo deben aplicarse si tienen una razón funcional clara, como diferenciar un botón de acción primaria de uno secundario, pero siempre dentro de un marco de diseño coherente.